domingo, 5 de septiembre de 2010

Ejercicio Nº1:




Ayer tomé dos tapones de oídos, me los puse y fui a comprar al negocio de la esquina, ponerse los audífonos con música no sirve, la idea es escuchar el silencio,  en eso casi me atropelló un auto e  ignoré como a dos vecinos, que a esta altura deben pensar que me volví engreída.

Parecía que el equilibrio me fallaba un poco, y me sentía insegura de mis movimientos…incompleta...

Al momento de comprar, decidí sacármelos, y no pasar otra vergüenza hablando más fuerte de lo que debería (lo que me pasa seguido sin llevar nada en los oídos) y por otro lado poder escuchar el precio de las cosas…mi conocimiento del lenguaje señas era precario, y estoy segura que el sujeto de polera rockera pensaría o bien que me chalé o que le estoy coqueteando...

Mi sordera fue opcional… bastaba con poner las manos en mis oídos y todo se acababa, que hay de los que no les queda otra opción, es como ser extranjero en tu propio país, saber un idioma que nadie comprende… imposibilidad de cominicarse y de expresar sentimientos, de comprenderlos, una vergüenza de nuestra parte por hacer OIDOS SORDOS al problema.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Buena, me golpeaste un derechazo al mentón. Paso por la calle como sabado por la madrugada, deshabitada y sin gente que necesita ser escuchada.

Hoy me propuse sonreirle a mis clientes

y abrir los oídos ;)

.opɐʇɹoɔ oǝV dijo...

Quizás debiese ocupar cotonitos, son más estéticos, just like E.T
Mucho Gusto.